Estudios se continúan elaborando en paralelos desde los ataques del 11 de septiembre de 2001 en el World Trade Center en la ciudad de Nueva York y el incendio de la Torre Grenfell el pasado 14 de junio de 2017 en Londres. Desenas de socorristas, trabajadores de limpieza, entre otros, siguen falleciendo a causa de cáncer relacionado con los productos químicos presentes en los deshechos de la Zona Cero.
«Durante los dos años posteriores al incendio de la Torre Grenfell, aquellos que viven en el área han reportado síntomas tales como vómitos, tos con sangre, anormalidades cutáneas, y dificultad para respirar».
La contaminación de los materiales producidos a raíz de un determinado incendio en las cercanías inmediatas al mismo es claramente evidente, y podría haber surgido de los restos y residuos carbonosos de mismo. Es necesario realizar un análisis adicional del área alrededor para comprender el potencial riesgo para la salud.
El 21 de marzo 2019 una explosión a este de China en Yancheng de una planta química dejo heridos y muertes. Bomberos tuvieron que actuar con rapidez ya que se propago un toxico por la magnitud del incendio, médicos informaron que la explosión se produjo después de que un camión de gas natural se incendiara y las llamas alcanzaran un área en la que se almacenada benceno químico inflamable.
Un artículo de la NFPPA Journal Latinoamericano publicado después del incendio encontró que condiciones similares posiblemente existan en muchos edificios alrededor del mundo. En respuesta, la NFPA publicó una serie de recursos para ayudar a detener el problema mundial de los incendios con componentes de muros exteriores de combustibles.
“Se observó un aumento de indignación en la población China, al ver arruinadas tres décadas de rápido crecimiento económico por un accidente que varió desde desastres en minerías hasta incendios en fábricas”.
