Explosión en un depósito de armas de Hizbulá en el sur del Líbano

Las sirenas de alarma han vuelto a sonar en el Líbano por una nueva explosión. Esta vez, la detonación ha ocurrido en el sur del país en un depósito de armas de la milicia chií Hizbulá, según una fuente de seguridad ha asegurado a la agencia Reuters. Según esta misma fuente, la explosión ha sido causada por un «error técnico» y varias personas han resultado heridas.

Efectivos de Hizbulá han acordonado la zona y establecido controles de seguridad, informa el diario local ‘An Nahar’. La cadena de televisión Al Manar, propiedad de Hizbulá, ha informado de que la causa de la detonación no está aún clara.

Las imágenes en los medios locales muestran cómo una enorme columna de humo se eleva por encima de los bosques verdes de la localidad de Ain Qana, a unos 50 kilómetros de Beirut, en el sur del Líbano, un bastión del grupo proiraní Hizbulá que en el pasado ha sido escenario de enfrentamientos entre esta milicia e Israel.

Desde que el 4 de agosto dos gigantescas explosiones, causadas al arder un almacén portuario con 2.750 toneladas de nitrato de amonio, devastaran Beirut y mataran a casi 200 personas, la de este martes supone una nueva sacudida para los libaneses, que culpan a las autoridades de la tragedia. Hace 10 días, un nuevo incendio en un almacén de neumáticos del puerto de Beirut hizo revivir el dolor del 4 de agosto, aunque no hubo que lamentar nuevas víctimas.

Hizbulá es el único grupo que no se desarmó al término de la guerra civil libanesa (1975-1990), argumentando que su milicia era necesaria para luchar contra la ocupación israelí, que se prolongó en el sur del Líbano hasta su retirada militar, en 2000. En 2006, Hizbulá e Israel se enfrentaron en una guerra durante 34 días. La organización, proiraní, combate también en la guerra de Siria, del lado del presidente Bashar Asad. EEUU y el Reino Unido incluyen a Hizbulá en su listado de organizaciones terroristas.

Además de un poderoso ejército, Hizbulá mantiene una considerable influencia política: es aliado del actual presidente libanés, Michel Aoun, y cuenta con mayoría en el Parlamento. Era parte, además, del Gobierno del primer ministro Hasan Diab, que dimitió el pasado 10 de agosto como consecuencia de las explosiones de Beirut. Su sucesor, Mustafa Adib, nombrado el 31 de agosto, aún está en proceso de negociación entre las diferentes fuerzas políticas para formar gabinete.

La constitución de un nuevo ejecutivo es clave para la encrucijada que vive el Líbano, inmerso en su peor crisis socioeconómica desde hace tres décadas. Y es también la condición indispensable de la comunidad internacional para hacer llegar la necesaria ayuda humanitaria de la que depende el pequeño país mediterráneo tras la catástrofe del 4 de agosto.