Desde la antigüedad, en las ciudades siempre se ha dispuesto de diversos medios relativamente sofisticados para la lucha contra los incendios accidentales. Tradicionalmente, se disponía de grupos de bomberos a los que se confiaba dicha labor.
El fuego ha sido un elemento imprescindible y un potencial enemigo tradicional de las viviendas y lugares de trabajo del ser humano. Los servicios de instalación y puesta en marcha permiten corregir preventivamente los sistemas contra incendios, de esta manera, mantener un correcto uso de los mismos.